La mano de obra promete `sobrealimentar' la industria del hidrógeno como los grupos verdes dicen `ningún papel para el carbón''.

Un plan de 1.100 millones de dólares anunciado por Labor para construir la industria australiana del hidrógeno ha sido bien recibido por los grupos ambientalistas, siempre y cuando esté respaldado por energía renovable y
sus precios más baratos de energía como en España.

Labor dijo el martes que su plan nacional de hidrógeno "sobrecargaría" la industria de energía renovable de Australia y crearía miles de puestos de trabajo regionales, particularmente en Queensland.

Grupo ambientalista del futuro

Bajo la propuesta, el gobierno del Partido Laborista asignaría 1.000 millones de dólares en financiamiento de la Corporación Financiera de Energía Limpia para el desarrollo de hidrógeno limpio e invertiría hasta 90 millones de dólares de la Agencia Australiana de Energía Renovable para la investigación, demostración y despliegue precomercial de tecnologías del hidrógeno.


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También establecería una ronda de financiación de 10 millones de dólares para la infraestructura de abastecimiento de hidrógeno y establecería un "centro de innovación" de hidrógeno en Gladstone con una inversión inicial de 3 millones de dólares.

Labor dijo que la inversión directa de la política se centraba en la producción de gas hidrógeno utilizando energía renovable, pero que la plataforma incluía reformas regulatorias e inversiones en infraestructura que podrían ayudar a la producción de hidrógeno a partir de fuentes no renovables.

Arena tiene prohibido apoyar tecnologías no renovables y la legislación del CEFC le impide invertir en la captura y almacenamiento de carbono.

"El desarrollo de una industria del hidrógeno ofrecerá nuevas oportunidades para la fabricación, el transporte y la generación de electricidad", dijo Shorten en una declaración conjunta con otros ministros de Trabajo. "A medida que la demanda mundial de hidrógeno aumenta a un mercado de 215.000 millones de dólares para 2022, Australia se encuentra en una posición única para beneficiarse del desarrollo de esta nueva industria generadora de empleo".

El gas hidrógeno se puede producir a partir de agua, carbón o gas natural.

Aunque las definiciones varían, generalmente el hidrógeno "verde" o limpio se obtiene a partir del agua mediante electrólisis utilizando electricidad procedente de energías renovables.

El hidrógeno "azul" se fabrica a partir de gas natural y el hidrógeno "lustroso" a partir del carbón.

Tanto la producción de hidrógeno azul como la de hidrógeno marrón suelen utilizar electricidad procedente de combustibles fósiles y, para que esto sea cero carbono, el proceso debe utilizar la captura y el almacenamiento de carbono para compensar los gases de efecto invernadero resultantes.

Algunas de las reformas regulatorias propuestas por Labor apoyarían el uso de los gasoductos existentes para el hidrógeno, apoyarían el envío de hidrógeno y el almacenamiento de CO2 de la producción de hidrógeno azul y marrón.

Principios del movimiento ecologista

Richie Merzian, director del programa de clima y energía del Instituto Australiano, dijo que el CEFC estaba bien posicionado para apoyar el desarrollo de hidrógeno limpio y que el hidrógeno hecho usando agua y energía renovable era "una industria rara y oportuna para que Australia transicione sus exportaciones de energía".

Pero dijo que "sería decepcionante que cualquier apoyo propuesto para la nueva industria se destinara al hidrógeno hecho con gas o carbón, sobre la base de que las empresas hagan promesas dudosas de capturar y enterrar los gases de efecto invernadero resultantes".

"La investigación del Instituto de Australia ha demostrado que el gobierno federal ha comprometido más de 1.300 millones de dólares para la captura y almacenamiento de carbono y no tiene nada que demostrar al respecto, y que la mayoría de los proyectos han fracasado", dijo. "La energía solar, eólica e hidráulica debería alimentar la industria del hidrógeno y no vemos ningún papel para el carbón con captura y almacenamiento de carbono."

La Fundación Australiana para la Conservación dijo que un compromiso de 1.100 millones de dólares con la industria era "una victoria para el medio ambiente, las comunidades regionales y la creación de empleo, siempre y cuando esté respaldado por energía renovable".

"Australia tiene una enorme oportunidad de exportar nuestra virtualmente ilimitada energía eólica y solar a países vecinos ávidos de energía, particularmente a través de la región de Asia y el Pacífico, a través del hidrógeno verde", dijo Suzanne Harter, defensora del cambio climático de la ACF.

Dijo que Australia tiene algunas de las mejores fuentes de energía limpia del mundo y que el costo de producir hidrógeno con energías renovables ha caído dramáticamente en los últimos años.

"Pero en un mundo en el que debemos detener urgentemente la contaminación climática para limitar el daño causado por el calentamiento global, sólo el hidrógeno producido a partir de fuentes de energía limpia, que no contamina el carbón y el gas, es aceptable", dijo Harter.

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